sábado, 20 de diciembre de 2008

Feliz Navidad

Copié hace unos días en el archivo de memoria una frase que resume perfectamente el espíritu de estos últimos días del año, los del solsticio de invierno,los de la Navidad de Nuestro Señor.
Señores: FELICES JODIDAS Y ENTRAÑABLES FIESTAS DE NAVIDAD.
Esta frase,y coincido con lo que comentaba el gran Luis del Val, resume a la perfección los sentimientos contradictorios que estos días nos proporcionan;es de toda manera imposible obviar los recuerdos de las personas más queridas que ya no están con nosotros ; esto nos proporciona dolor,pero tamizado por la sonrisa y la alegría que nos devuelve a tiempos pasados;en definitiva,esto es la nostalgia (ahora por cierto he leído que produce efectos positivos);de ahí jodida y entrañable Navidad.
Un gran componente de nostalgia,pues,pero otro mucho de alegría y esperanza conforman el devenir de los próximos días.
Buena parte de mis amigos,que ya en buena parte han (hemos) superado los treinta y cinco disfrutan de unas fiestas con niños,per muy especiales, sus hijos; me gustaría siquiera por un momento empatizarme por completo por ellos y sentir en mi carne qué pasa cuando tu hijo (qué palabras más hermosas "tu hijo",que para mí siempre será tuyo, no mío) esboza una sonrisa al abrir un regalo que le han traído los reyes más generosos del mundo,los que dan todo a cambio de nada,los padres; sólo por esto y exclusivamente por ello estos días son entrañablemente felices.
Otros no hemos disfrutado aún (y no creo que lo haga) de la paternidad,por eso,estas fiestas,año tras año van difuminando las sonrisas y evocan recuerdos de otros niños,quizá de mí mismo y vuelvo treinta años atrás y recuerdo cómo en casa mi padre,realizaba lo imposible; lograbar hablar nada más y nada menos con el Rey Gaspar (mi preferido) y conseguía que aparte del dia 6 de enero, me anticiparan regalos la Nochebuena para que así pudiera disfrutar durante los ´dias de Navidad de los juguetes que había pedido y los que no había pedido.
El orgullo que sentía por la figura paterna era impresionante,y lógicamente comentaba la acción con los niños porque como era previsible no todo el mundo tenía contactos con el Rey Gaspar, y menos en estas fechas de tanto ajetreo para sus Majestades.
Sólo van quedando ya,pues,recuerdos y la posibilidad de asomarse a un futuro,en el que por más que lo deseemos veremos cómo todos vamos desapareciendo de la lista de invitados a la cena produce algo de vértigo.
Estos días para los que ya no tienen nada suponrán un elemento más de dolor al que ya tienen por su propia existencia y para ellos el deseo de una amnesia pasajera.
Llega otra Naviad y otro año ,gracias a Dios en mi caso superando distintos problemas de salud familiares,un año más y no puedo evitar más que desear a todo el mundo unas felices jodidas y entrañables fiestas, y por muchos años más. Me gustaría conocer el nombre de quien resumio tan perfectamente el espíritu de estos benditos dias en el que Dios Nuestro Señor vuelve a nacer para todos nosotros.
Que hagamos caso de esto último ya depende de cada uno de nosotros y ahí no voy a entrar porque para eso no estoy llamado; me pregunto de todas formas para lo que estoy llamado, a lo mejor para escribir de la mejor manera que puedo algunos de mis sentimientos; no lo sé.
Los que más felices sean estos días por favor transmítanlo a todo el mundo, los que no sean felices por favor,no amarguen a los demás,tirando por la borda ilusiones de mucha gente;los que pasan indiferentes,aprovechen estos días también para descansar,que en mayor o menor medida algún día más de fiesta hay;los que sientan el verdadero sentido de esta fiesta,que es cristiana,intenten divulgarlo de la manera más eficaz posible,si es posible haciendo todavía en mayor medida el bien.
Lo sopeso tranquilamente y quiero incluirme en el grupo que cree que algo especial tienen estos días sólo por un motivo: en miles de casa vamos a contemplar la imagen más bella de la naturaleza: la sonrisa de un niño.
Feliz Navidad y próspero Año Nuevo

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